Con el puente de la Purísima, o de la Constitución española, se ha abierto como cada año la temporada alta del turismo en Andorra. Con dificultades por la falta de nieve, saldada por el temporal el día siguiente del fin de la operación retorno de los viajeros.
Con el puente de la Purísima, o de la Constitución española, se ha abierto como cada año la temporada alta del turismo en Andorra. Con dificultades por la falta de nieve, saldada por el temporal el día siguiente del fin de la operación retorno de los viajeros. Informativamente, sin embargo, la temporada alta andorrana comenzó hace días en los medios internacionales, sobre todo a los españoles, y continúa.
Un «turista» excepcional antes de que termine la primavera, y si cumple el anuncio, será el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy. Había dicho que llegaría a finales de años, pero lo ha aplazado en enero. Prevé que sea terminado entonces el convenio contra la doble imposición fiscal (CDI) que debe facilitar las actividades económicas de los ciudadanos de cada país a otro. Veremos si con la cantidad de residentes catalanes, la llamada previsible de las autoridades locales llega a evitar un recibimiento hostil de parte de la población residente en el visitante, caso de que la visita acaba haciéndose realidad.
El CDI definitivamente cerrado, con la aprobación por la Asamblea Nacional es el pactado con Francia. Previo reconocimiento por uno de los diputados que el acuerdo supone un sacrificio y dificultades añadidas para la economía -sobre la banca- andorrana ya la vez una nueva oportunidad de paliar el desequilibrio entre las actividades económicas francesas y las españolas, estas casi monopolísticas.
Paralelamente, la Unión Europea concretaba una nueva medida fiscal, especialmente de intercambio automático de información entre los 28, con efectos reales desde el 2017, mientras que los pequeños estados y Suiza han hecho oficial la voluntad de incorporarse a este sistema, con todos los efectos prácticos, el año siguiente.
Con estas medidas, y el reconocimiento que Andorra hace días que ya no es ningún paraíso fiscal, a efectos de las listas internacionales oficiales, desde la montaña sorprende la serie de escándalos informativos alrededor de los pequeños restos de ventajas y otros hechos que continúan «lloviendo» a los medios de comunicación.
La magistrada Mercè Pigem ha sido una de las víctimas. Va «bajar» por la frontera con 9.500 euros en efectivo, lo que no supone ningún delito ni falta contemplado por la legislación española, que permite trasladar sin declaración hasta 10.000. La hermana, que la acompañaba, se «pasar» algo (llevaba 10.360 porque quizás no «caer» que también contaban el dinero de bolsillo).
Sin ningún delito ni falta, sin embargo, la señora Pigem fue llamada a Madrid y «invitada», por no decir obligada a dimitir del cargo en el Consejo superior del poder judicial, ocupado a petición de CiU, en beneficio del sustituto Antonio Álvarez Bulla , propuesto por el PP e imputado de un supuesto delito de falsificación, del que le «desimputar» en tiempo récord.
El bicampeón mundial de motociclismo, Marc Márquez -y pronto el hermano pequeño, campeón de la cilindrada pequeña- son los «penúltimos» señalados por la decisión de adquirir la residencia oficial en territorio andorrano.
Después se ha publicado que Marco ya se quejó al presidente Rajoy que la hacienda español, se quedaba con más de la mitad de sus ganancias legítimos (56 por ciento) y que si no lo evitaba, marcharía del país como, por por otra parte, han hecho tantos deportistas que han trasladado el domicilio no en un lugar tan cercano a Cervera, sino en Montecarlo o Suiza, por mencionar otros dos refugios habituales.
Y todavía hay que añadir a la lista de «noticiables» en relación al coprincipado el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Acusado, parece que en falso, de evasor de capitales en Suiza y, después, en Andorra, obtuvo con rapidez un certificado de la unión de bancos helvéticos donde se demostraba que nunca había tenido ninguna cuenta en ninguna de las entidades financieras concernidas.
Pidió lo mismo a la banca andorrana, pero la obligación de secreto aún vigente, hizo que el conjunto de estas entidades le negaran el documento. Ahora, el alcalde de la capital catalana ha recurrido a la alcaldía (juzgado) esta negativa, con escasas perspectivas de éxito. Y así, lo que puede ser una herramienta a favor de la familia Pujol, por posible eliminación de pruebas, se convierte en un revés injusto para Trias. Y es que nunca llueve, ni nieva, a gusto de todos.
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