Contraataques a la andorrana

Robert Pastor

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El escándalo del «caso Pujol» parecería que ha provocado una serie de contraataques, políticos y judiciales, en defensa de la imagen de Andorra. Martes, fiesta nacional de Meritxell, la patrona del país, el Síndico (presidente del Parlamento), en el discurso internacional hizo una defensa cerrada de la honradez de la ciudadanía y las autoridades del país.

El escándalo del «caso Pujol» parecería que ha provocado una serie de contraataques, políticos y judiciales, en defensa de la imagen de Andorra. Martes, fiesta nacional de Meritxell, la patrona del país, el Síndico (presidente del Parlamento), en el discurso internacional hizo una defensa cerrada de la honradez de la ciudadanía y las autoridades del país.

Ayer, Francesc Badia, decano del colegio de abogados, que recibía los homólogos del sur de Francia reunidos en simposio, afirmaba que «Andorra saldrá reforzada del caso Pujol», porque demostrará la seriedad en el cumplimiento de las leyes y los acuerdos internacionales.

Informaciones de la policía y crónicas judiciales, coincidentes en el tiempo supuestamente por casualidad, inciden en la persecución que desde hace años se viene haciendo aquí los capitales importados indebidamente.

El cuerpo de seguridad informaba sobre la detención, y encarcelamiento preventivo, de un hombre de 31 años, acusado de intentar ingresar en un banco del país «una cantidad verdaderamente importante» de dinero. Según la información, la identidad aportada por el detenido, supuestamente falsa, la acreditaría como ciudadano de México. Y la acusación es doble: por intento de blanqueo de capital de origen delictivo, y por falsificación documental.

Con pocos días de diferencia, los tribunales han examinado la demanda italiana de extradición de Umberto Rocco, y residente «pasivo» (fiscal) en el principado pirenaico, acusado de una estafa a la Hacienda de su país originario, de dos millones y medio de euros. Se ha desestimado que falsificara su identidad, pero parece acreditado que creó un entramado de empresas «subjetivamente falsas».

El empleo en estas declaraciones y operaciones, divulgadas con un gran sentido de la oportunidad en defensa de la imagen andorrana, se ha visto complementada por un intento del jefe de Gobierno, Antoni Martí, de ablandar la opinión vaticana -y de rebote, del obispo-copríncipe- hacia dos reivindicaciones de la "sociedad civil": la despenalización del aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo.

La entrevista, por el conocimiento directo de Martín y tantas referencias publicadas del talante de Francisco, a través de declaraciones y gestos, seguro que fue cordial, amigable, e incluso comprensiva por parte del pontífice.

No había que esperar, sin embargo, que este fuera el momento ni los personajes como para que el Papa cambiara radicalmente la doctrina multisecular de la iglesia católica, ni menos que lo hiciera el secretario de Estado, con quien el mandatario andorrano mantuvo una conversación más larga.

En cuanto a las uniones de personas del mismo sexo, la opinión del papa Bergoglio fue mucho menos contraria, e incluso, por las declaraciones posteriores del interlocutor andorrano, le gustó la solución propuesta por Demócratas de Andorra , el partido de la mayoría en el parlamento, de evitar la fricción total en prescindir de la palabra maldita, matrimonio, sustituida por la denominación como «uniones estables», eso sí, con el reconocimiento de todos los derechos matrimoniales, incluido el de la adopción de niños.

Algunos implicados consultados se habían mostrado, más que resignados, contentos, con la homologación legal de su estatus. Las fuerzas de oposición por la izquierda, feministas, y los colectivos implicados, sin embargo, rechazan frontalmente esta «hipocresía» en el nombre.

Sobre el aborto, pero, la oposición papal y de su titular de Exteriores fue absoluta. Incluso en legalizarlo en los tres «supuestos básicos» (violación, malformación del feto y riesgo para la salud de la madre-Y en este caso, la reacción del primer partido opositor, el socialdemócrata, no ha sido menos radical : han pedido, lisa y llanamente, un referéndum sobre la continuidad o no de la figura de los copríncipes.

Hasta ahora, esta demanda no parece tener el apoyo social mayoritario; especialmente en los sectores más conservadores, que aún mantienen una campaña-de seguro a incluir en el programa para las elecciones del año próximo- contra la nueva fiscalidad homologable internacionalmente, y sobre todo contra el IRPF.

Menos mal, para los dos centenares largo de mujeres de Andorra que el departamento de Salud de la Generalitat incluye cada año entre las que abortan en el Principado vecino, que la contrarreforma antiabortista de Gallardón parece aplazada «sine die».

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