Valió la pena el tortuoso viaje en una Cesna para 5 pasajeros entre Puerto Ordaz y el aeropuerto de Canaima para llegar a uno de los lugares más bellos de la tierra. Así es, la belleza natural de esa región y espectáculo que nos brinda el salto Ángel le corta el aliento a cualquiera.
Pero el parque nacional no es todo lo que debe ser ni se merecen tan duro golpe como el que reciben por estos tiempos los pobladores originarios y quienes, como emprendedores turísticos, han apostado su talento en desarrollar el turismo sostenible.
Son muchos los problemas que afrontan. Conocí a Antonio Hitcher, Pemon, investigador, que lleva en la piel el amor por la cultura de sus ancestros, por la flora y la fauna de su región. Me advirtió sobre la situación crítica de Canaima. Estamos frente a un daño irreversible, recordó los pronósticos de Otto Huber, autoridad en la descripción y clasificación científica de variedades vegetales, quien ha afirmado que de aquí al 2045 si sigue el auge minero, el impacto en Parque Nacional en los sectores el occidental y oriental será catastrófico. Este científico dirigió muchas expediciones pioneras a los inaccesibles tepuyes.
Aseguran los locales que muchos indígenas se volcaron a las minas por la ausencia de turismo. Añoran los años cuando llegaban cientos de turistas de todas partes del mundo y de Venezuela a disfrutar las bellezas naturales que ofrece la zona.
Advierte Hitcher que estamos ante "una crisis que ciega a muchos y no palpan la consecuencia que se avecina en los próximos 25 años, pero en las cumbres de los tepuyes más altos (por encima de los 2.300 msnm) no se ha observado rastros, ni vestigios de actividades mineras y ninguna de las numerosas expediciones científicas que han visitado cumbres tepuyanas durante los últimos 60 años han documentado, en las mismas el posible efecto del cambio climático en sus cumbres bien por las actividades mineras en la cuenca del río Caroní. Por lo tanto mantengo mi convicción que en lo que respeta el Parque Nacional y sus dos sectores, son altamente vulnerables a cualquier actividad sea turística o de extracción a sus minerales, estos daños son ejemplos observados por la falta de supervisión y atención inmediata a las necesidades de sus pisatarios".
Las condiciones de vida se han deteriorado. La educación que se enseña ha dejado de lado las tradiciones indígenas y el abandono de las aulas se ha incrementado en los últimos años. Afirma el joven científico que "se vislumbra entonces la impostergable necesidad de crear figuras jurídicas novedosas en la política de conservación de recursos, tendientes a asegurar con mayor énfasis ciertas áreas de interés e importancia particulares. Concretamente, se presentara el caso en que habrá que abrir ciertas áreas del parque nacional con mayor accesibilidad a las corrientes masivas de turistas como el caso de la gran sabana y su acceso por la troncal 10, para satisfacer estas legítimas aspiraciones de los visitantes de la región. En estas mismas deben impedir todo tipo de explotaciones comerciales en sus minerales, mantener las visitas a un nivel equitativo de uso, ecológicamente aceptable y supervisado".
Es una lastima ver y escuchar sobre el deterioro a que están sometidas las comunidades originarias y sobre las dificultades que padecen los establecimientos turísticos que con tanto empeño tratan de mantener la posibilidad de un turismo sostenible. Tal como me afirmo Antonio; "hoy exhorto muy sentido y con sincero sentimiento ancestral de que la existencia del Parque Nacional Canaima con sus extraordinarias riquezas biológicas y paisajísticas sea garantizada tal cual no para una, sino para todas las futuras generaciones sobre la tierra".
Con el apoyo de "Viaja Verde" entendemos mejor que se puede desarrollar el turismo sin perjudicar nuestra naturaleza.
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