Escuchaba este periodista el otro día en la SER a Pepiño Blanco, que así es como llamamos muchos galegos al ex secretario de Organización del PSOE en tiempos de Zapatero, que decía, con especial calma, que la izquierda debe tener un sentido ético de mejor nivel que la derecha, y que, en consecuencia, ello le obligaba a reconocer a sus compañeros del PSOE, humilde y públicamente, que las últimas elecciones las ha ganado el partido popular, porque así lo habían decidido democráticamente una mayoría muy importante de españoles. Y, en consecuencia, los socialistas debían abstenerse, aclarando que la abstención no es un SÍ y, con sus 80 parlamentarios conseguir que la legislatura sirviera para "torcer la mano" al gobierno, haciéndole aprobar cosas inimaginables en el programa popular. El también ex Ministro de Fomento ponía como ejemplo reciente el varapalo en la Comisión correspondiente al Ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, al que la oposición ha reprobado parlamentariamente.
Este resumen que les hago de una muy larga entrevista en la que Blanco "impuso su ritmo", muy a pesar de la colega Pepa Bueno, que solo quería saber de su entrevistado lo que iba a hacer el Comité Federal del domingo, explica, a las claras, el tono en el que va a desarrollarse el concilio sociata. A éste, los periodistas lo hemos considerado como "prioritario" informativamente hablando, en el que los NO se batirán, previsiblemente en retirada, ante la corresponsabilidad de una decisión mayoritaria en favor de la abstención.
¿Y el PSC? Mal, gracias, como diría Miquel Iceta ya que si se abstienen es malo para los que quieren ganar su Congreso en Noviembre. Y, si votan no es no aun es peor, ya que la fractura podría ser histórica y movería a Ferraz a hacer lo mismo que hizo el PP en Navarra, con el matiz añadido de la virulencia que alcanzan "las disensiones socialistas" que son, como hemos visto hace algunas semanas, de consecuencias imprevisibles. Algo, que el socialismo catalán, digan lo que digan los partidarios de la señora Parlon, no puede permitirse en los tiempos que corren, salvo que los ideólogos de la alcaldesa de Santa Coloma piensen, que al día siguiente de la ruptura con sus hermanos del PSOE, se van a integrar en el partido de la Colau o atravesar el río Llobregat y pasarse a la Casa Común del independentismo, conocida parlamentariamente como Junts pel Sí.
O sea, que de la reunión en la Casa del Pueblo de Ferraz, lo único que se espera este domingo es una declaración de consenso en favor de una fórmula inconcreta que, en base a una abstención total o parcial, el líder del partido que ganó las últimas elecciones pueda ser investido de nuevo Presidente del Gobierno del reino de España. Y a partir de ahí, Dios le coja confesado con la legislatura que le espera.
Nosotros, como siempre, les seguiremos informando.
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