Siempre se ha dicho que en política las casualidades no existen, sino que estas son fruto de una estrategia muy bien planificada. Estos días, los cambios de algunos miembros del gobierno de Puigdemont & Junqueras- por cierto todos del PDeCAT , y cero de ERC- ha sido una jugada maestra de los hombres del líder de Sant Vicenç dels Horts.
El aspirante a presidente de la Generalitat- porque, en la sombra, ya lo es -, después de haber quemado al partido del presidente Puigdemont, para desesperación de una buena parte del PDeCAT ahora se erige en conductor del tren que va en la misma vía que uno de mercancías. ¿Chocarán?, es lo más probable.
Junqueras ha recuperado a varios compañeros de partido que habían sido apartados, o como diría Puigdemont, “ habían dado un paso al lado”: Josep Lluís Carod-Rovira, Joan Puigcercós y Francesc Vendrell. Los tres del ala más independentista y dura de ERC. En ellos se está apoyando el vicepresidente, para desesperación de Marta Rovira que mira con recelo a los tres, que visitan con asiduidad al Vicepresidente, en su despacho de Rambla de Catalunya.
La influencia del trio político sobre Junqueras ha endurecido la posturas de este que ha pisado el acelerador para presionar a Madrid, pero con una estrategia que deja poca opción de maniobra al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien en los últimos días ha enviado mensajes muy directos al ejecutivo catalán, advirtiendo de las consecuencias de seguir adelante con la consulta de octubre.
Mientras, Pedro Sánchez, el mago de la política española, se presenta en Barcelona, como el único capaz de tener la solución al problema catalán, eso sí, después del 1 de octubre, cuando ya estará el problema en plena ebullición. Como decía el Quijote “¡Cuán largo me lo fiáis, amigo Sancho!”
Con tanto juego estratégico que parece un partida de ajedrez, jugada por principiantes, los acontecimientos se van a ir sucediendo con bastante rapidez, y las consecuencias, si se aplica la ley, de todos son conocidas. ¿La inhabilitación de unos cuantos? Entre ellos, el propio, Oriol Junqueras, cuyas aspiraciones de presidir la Generalitat de Catalunya están en el aire ahora más que nunca, aunque él no lo crea.
Oriol Junqueras ha dado un paso decisivo para no ser el próximo President de Catalunya y tiene todos los números en su cesta, aunque él piense todo lo contrario. Lo veremos en estos meses de verano asfixiante que trastoca las meninges y en el que se necesita beber más agua que nunca.
Con esas pintas de cerdo, o más bien de guarro, próximo a San Martín, y un ojo para cada lado, seguro que a este tipo no se le escapa nada... Por de pronto el que se tendrá que escapar será él, de seguir así las cosas. O esconderse debajo de la mesa, cuándo vengan los Guardias Civiles a por él, por orden de la Audiencia Nacional o el Tribunal Constitucional, por supuesto, que a Dios gracias, todavía vivimos en un Estado de Derecho, que no de desecho...
Escribe tu comentario