Àngel Simon: "El agua debe ser un tema de Estado y no un tema partidario"
El presidente de Agbar y vicepresidente de Suez Water Europe defiende la gestión público-privada y reclama una regulación unificada del agua en España frente a los retos del cambio climático y la sequía.
El presidente de Agbar y vicepresidente de Suez Water Europe, Àngel Simon, ha insistido en la necesidad de que el agua sea "un tema de Estado" para lograr una mayor eficiencia en la gestión de este elemento y poder hacer frente a retos como el cambio climático y la sequía.
Durante una conferencia este martes 23 de enero en el Ciclo Diálogos Empresa y Sociedad del Círculo de Economía, Simon ha insistido en que un "pacto global del agua" en España es clave y que la gestión del agua debe hacerse sin partidismos para prestar un servicio de calidad.
También ha lamentado falta de gobernanza en un tema tan básico como el agua, en la que cada municipio funciona como un regulador.
"Necesitamos un pacto global del agua, que permita que en los episodios de sequía no tengamos que tomar medidas cuando ya no hay más remedio, sino con una determinada planificación".
"Ni las desalinizadoras ni los trasvases tienen ideología: ni las desalinizadoras son de izquierdas ni los trasvases de derechas", ha destacado.
"NOS FALTA GOBERNANZA"
Simon ha puesto como ejemplo la experiencia de Agbar y de los 1.200 contratos que tiene con otros tantos ayuntamientos. Y ha lamentado que en España cada consistorio sea un regulador.
"En España se debe trabajar muy a fondo en cuál es el regulador. No hay regulador si no hay gobernanza, y nos falta gobernanza, que quiere decir definir cuál es el papel que asume cada uno: los Ministerios, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y el regulador".
Para lograr una gestión eficiente, Simon ha insistido en que "solo se puede hacer si cambiamos el sistema de regulación en España para que los ayuntamientos no hagan lo que les dé la gana".
Àngel Simón (derecha) y el presidente del Círculo de Economía, Juan José Brugera/Moisés B. Martínez
REUTILIZACIÓN DEL AGUA
Simon ha defendido que es "inaplazable poner en práctica la reutilización del agua", ya que "es lo único que nos puede hacer pasar el próximo periodo de sequía que ineludiblemente llegará".
Por eso ha insistido en que la reforma del sistema del agua "debe ser integral" y ha indicado que las actuales depuradoras son "obsoletas" y están "anticuadas". También ha insistido que hay que ir más allá de un modelo basado en desaladoras y embalses.
De las primeras ha señalado que son "un complemeto necesario" y de los segundo ha lamentado la fragilidad de nuestro sistema, puesto que los embalses llenos apenas garantizan el suministro a un año vista.
DEFENSA DEL MODELO PÚBLICO-PRIVADO
Simon ha defendido la gestión público-privada del agua, y ha puesto como ejemplo sus negocios en países como Chile, Gran Bretaña y Cuba, donde ha destacado que hay unos gobiernos que tienen claros los objetivos.
"Soy un absoluto defensor de la gestión privada y de la participación público-privada, porque estoy convencido, y lo hemos demostrado, que lo hacemos mejor, más barato, somos más eficientes y tenemos un compromiso social imbatible".
También ha recordado que los ciudadanos son muy conscientes de la calidad de la gestión del agua que reciben.
"En Barcelona no hay problema con el agua", ha remachado.
Por eso, ha recordado que tan solo "el 0,06% de los encuestados han tenido un problema o no están conformes con la gestión del agua".
Simon desliza así un claro mensaje al Ayuntamiento de Barcelona y al Gobierno del Área Metropolitana de Barcelona frente a la defensa a ultranza de la remunicipalización del servicio del agua de las instituciones encabezadas por Ada Colau.
BUENA Y MALA GESTIÓN
En Cuba, ha explicado que Agbar entró para gestionar el agua solo en Varadero, de la mano de los hoteleros canarios instalados en la isla, y posteriormente empezó a gestionar el suministro de agua en La Habana, donde da servicio a dos millones de habitantes: "El gobierno cubano tuvo claro que cuando tenía que asegurar determinadas cuestiones tenía que ir a buscar a un privado".
Sin embargo, ha puesto como ejemplo de mala gestión la que hizo el gobierno en Argentina, donde Agbar entró en 1995 para gestionar el agua en Buenos Aires y dejó la concesión en 2005 por incumplimientos del regulador tras acumular importantes pérdidas tras el 'corralito', y ha recordado que el gobierno argentino está obligado a devolver a Agbar 850 millones de dólares.
SOBRE LA ATLL
Simon se ha referido a la concesión que la Generalitat hizo a Acciona de Aigües Ter Llobregat (ATLL), impugnada por Agbar, y se ha mostrado convencido de que el Tribunal Supremo (TS) les dará la razón -el 31 de enero es la fecha fijada para la sentencia-.
"No es una guerra del agua, es una guerra de contratación, porque se hizo mal todo el pliegue de la adjudicación de ATLL, y esto es lo que hemos impugnado y lo que ganaremos", ha manifestado.
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