El breve recorrido del Gobierno de la "amnesia"

“Habemus texto”. El proyecto de ley de amnistía fue presentado este lunes ante la Mesa del Congreso. Leído a fondo, con exhaustividad, los 23 folios del proyecto, y mientras escucho ahora mismo las justificaciones que está dando P. Sánchez ante el Congreso, haré una crítica sobre su inconsistencia. 

Que el PSOE anunciase a bombo y platillo que sería firmado por 7 partidos: PSOE SUMAR BILDU PNV ERC JUNTS y BNG; y que finalmente lo haya presentado el PSOE en solitario, no le prevé larga vida. 

El proyecto de ley presentado, difiere en bastantes puntos del borrador firmado por JUNTS+PSOE del pasado día 9. En solo 4 días han habido cambios sustanciales, como la desaparición del control del poder judicial por comisiones del parlamento conocido por el anglicismo “lawfare”; seguramente por la radical y unánime oposición de todas las asociaciones judiciales y profesionales de la Magistratura, incluidas las de carácter progresista. 

El texto de la ley dedica más literatura a la larga exposición de motivos, que a los 16 artículos concretos para su desarrollo. Eso da la muestra de que necesitan justificar con mucho envoltorio demagógico, lo que es injustificable desde el punto de vista jurídico. Ellos saben que es una gran injusticia, y así lo declaraban y nos lo prometían hasta la noche del 23-J, más de 12 ministros del PSOE y el propio Sánchez. 

Justificar esta Ley de Amnistía, como se hace en la exposición de motivos, con la Ley de Amnistía de 1977, en un insulto a la inteligencia; es tomar a la ciudadanía española por analfabetos políticos; es ofender la memoria de los luchadores contra la dictadura de Franco; y si me permitís la auto referencia personal, es insultarme a mí, que fui uno de aquellos amnistiados. Es comparar a los que arriesgamos nuestra vida para tirar abajo la dictadura fascista, con los supremacistas que se levantaron contra el sistema democrático español en 2017. ¡¡INSULTANTE!!

Es una comparación tan idiota, como la que hacen con la amnistía que se otorgó en nuestro país vecino, Portugal, contra los jóvenes que le habían tirado huevos al Papa de los curas, cuando les visitó en el año 2000. Comparan ser ateo militante, con dar un golpe de estado secesionista, ya no es comparar huevos con castañas, es comparar huevos con elefantes. 

También aluden al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que en su sentencia del 29 de abril de 2021 dice literalmente: “tiene por finalidad despojar de su carácter delictivo a los hechos a los que se aplica, de tal modo que el delito ya no pueda dar lugar al ejercicio de acciones penales” Es decir, allana el camino a las organizaciones del supremacismo territorial para que “Ho tornin a fer”… por si no había quedado suficientemente claro. 

En esa misma declaración de intenciones, dicen que su objetivo es, cito textual: “La aprobación de esta ley orgánica se entiende, por tanto, como un paso necesario para superar las tensiones referidas y eliminar algunas de las circunstancias que provocan la desafección que mantiene alejada de las instituciones estatales a una parte de la población…garantizando la convivencia”. 

A la luz de los 13 días de algaradas callejeras y de manifestaciones masivas en 52 capitales de provincia del pasado domingo, no parece que hayan acertado con el objetivo que enmascara el verdadero motivo de esta Ley: aceptar el chantaje político de Puigdemont y Junqueras, a cambio de su investidura. 

En una muestra de cinismo elevado al cubo; vuelven a insultar a nuestra inteligencia, cuando escriben: “Esta ley orgánica es un paso más… valiente y reconciliador; una demostración de respeto a la ciudadanía y de que la aplicación de la legalidad es necesaria”.

Déjenme contextualizar ese “respeto a la ciudadanía”. En las últimas elecciones generales, 1’5 millones de personas votaron a favor de los partidos secesionistas, alguno de los cuales incluían la amnistía en sus programas; el resto 33’5 millones de electores se opusieron, votando partidos constitucionalistas (aquí incluyo a los 7’5 millones de votantes del PSOE, a los que se les prometió en el programa electoral que NO habría AMNISTÍA) o absteniéndonos de forma consciente para no participar en su plebiscito. ¿Dónde queda el respeto a la ciudadanía? 

Entre “los agraciados” por esta ley, meten en un mismo saco a los que incendiaron las calles y rompieron nuestra convivencia; a quienes se saltaron la constitución y l’Estatut, y a los policías que el propio gobierno envió para defenderla. Pónganse vds en la piel de aquellos policías que tuvieron que venir de otras regiones de España, porque la policía catalana, los MMEE, se sumaron como sujetos pasivos a la insurrección, y entenderán la indignación que han recogido absolutamente todos los sindicatos policiales, incluidos el SUP y la AUGGCC, marcadamente progresistas y con dirigentes detenidos en los durante la transición. 

Detrás de toda esta novela jurídica se esconde el verdadero motivo, que se descubre inmediatamente haciendo la típica pregunta: ¿CUI PRODEST. A QUIÉN BENEFICIA PERSONALMENTE? La respuesta es tan clara como simple: A Sánchez para su reválida como presidente; y a Junqueras y Puigdemont para que puedan presentarse como candidatos a la Presidencia de la Generalitat en 2025. Todo lo demás es morralla, paja, aderezo del plato principal, incluida la impunidad para el tahúr del Besós, Artur Más, que inició la subida al monte Sinaí; como el maníaco-zoófilo-étnico supremacista Q.Torra, el de “los españoles son bestias con forma humana”. 

Ahora, una vez restituidos los 4 expresidents, podrán disfrutar de su pensión vitalicia, 7.661 € al mes; que es solo el 60% de lo que cobra en activo el Aragonés (12.600 €). Así que podrán volver a disfrutar de despacho, asistentes, coche oficial y escoltas, para el resto de su vida. Todo un lujo y excitación motivacional para que otros lo vuelvan a intentar. Todo un “chollo” por haber “trabajado” 27 meses, como fue el caso de Q. Torra. 

Hasta 300 individuos que fueron encausados en la revuelta golpista del 2017, que cometieron 13 delitos graves como: Falsedad documental; delitos de odio; desórdenes públicos; malversación; prevaricación; desobediencia a la autoridad; revelación de secretos; usurpación de funciones; fabricación de explosivos; injurias; amenazas; atentados contra la autoridad; y lesiones; quedarán impunes con esta “graciosa Ley de su majestad Pedro El Cínico”.

¿Cuál será el recorrido de esta ley infame? 

Entre su tramitación en el Congreso, el bloqueo temporal de 2 meses en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, su vuelta al Congreso, y la vista de los numerosos recursos de inconstitucionalidad que ya se han ido anunciando, en el mejor de los casos, su aplicación no será antes de 6 meses. Un plazo larguísimo para D. Pedro Pinocho, ya que ese plazo puede “cambiar de opinión” 1 o 2 veces, tal como ya nos tiene acostumbrados. Las tensiones políticas que el trámite de esta ley acarreará, pueden echar al traste sus previsiones de legislatura. 

El incumplimiento de los plazos de pago que habrá de satisfacer por los chantajes respectivos, hará de esta legislatura un tormentoso “Dragón Kan” que lejos de traernos pacífica convivencia y restitución de heridas políticas, las ahondará, con una gran diferencia, ahora ya nos hemos desarmado jurídicamente. Luchar con estas modificaciones de leyes en la mano, contra un nuevo intento de secesión, será una muy difícil tarea para el gobierno de turno. 

Por las fechas que estamos, la posible investidura conllevará la aprobación inmediata de los PGE de 2024, que podrían prorrogarse solamente un año más, en caso de desacuerdo. Es decir, vistas las circunstancias de debilidad con las que se constituirá el nuevo gobierno, con 14 de las 17 CCAA en contra y la mayoría de las 50 capitales de provincia torpedeando sus decisiones, no creo que su duración vaya más allá de 2 años.

Mientras tanto habrá nuevas elecciones europeas y nuevas elecciones autonómicas, en Euzkadi y en Cataluña, que probablemente reflejarán el desgaste y los daños colaterales de la volcánica situación actual para el PSOE y sus aliados por la secesión. 

A nuestro humilde partido, AIREs, no nos quedará más alternativa que oponernos con todas nuestras fuerzas, denunciando, agudizando y aprovechando las contradicciones en el seno de la coalición de gobierno pseudoprogresista, para hacer pedagogía y movilización; para crecer como alternativa de una izquierda consecuente con los valores de la unidad territorial de España, la defensa de los intereses de la clase trabajadora, y la difusión y expansión del ideario del Socialismo Democrático.