En menos de 24 horas la sede de Ciudadanos en Barcelona ha sufrido dos ataques por parte de Arran, una organización independentista juvenil vinculada a la CUP cuya actividad más conocida es la de atacar y señalar sedes de partidos políticos y medios de comunicación en forma de pintadas, rotura de cristales, lanzamientos de pintura y amenazas.
Primero fue un escrache en plena luz del día con motivo de la huelga feminista anticapitalista convocada para la semana próxima. Pero parece ser que no se quedaron lo suficientemente a gusto, pues por la noche decoraron con sprays la fachada de la sede del partido.
No nos podemos olvidar que Inés Arrimadas ha hecho historia en Catalunya siendo la primera mujer en ganar unas elecciones a la Presidencia de la Generalitat.
Lo de mezclar feminismo con anticapitalismo e independentismo suena a sarcasmo. El feminismo tiene como objetivo la igualdad entre hombres y mujeres, y en su inmensa pluralidad, si realmente quiere conseguir sus objetivos, tiene que buscar lo que nos une y no lo que nos separa. Por eso es difícilmente compatible con sus proclamas separatistas y antiglobalización que, como se ha demostrado, solo pretenden crear división y levantar nuevas fronteras.
La lucha por la emancipación de la mujer es una lucha global que exige comprometer a la humanidad entera y no parcelar los espacios políticos compartidos. Exige hermanar a las personas en torno a proyectos cada vez más incluyentes y en ningún caso deben ponerse fronteras a la lucha en pro de la igualdad.
En Ciudadanos somos conscientes de la necesidad de llevar a cabo políticas realistas que tengan un efecto positivo en la consecución de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, y por ello trabajamos en las instituciones medidas encaminadas a reducir las desigualdades: hemos conseguido aumentar el permiso de paternidad en dos semanas, y fuimos impulsores del Pacto Nacional contra la Violencia de Género.
Nosotros seguiremos trabajando para conseguir resultados y avances sociales, mientras los de los escraches seguirán mudos y de huelga de brazos caídos en las instituciones.
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