Los Obrint Pas cantan "Cuántas noches de luchas y esperanzas estimaron las calles de tu única estrella, cuántos barcos de promesas robadas naufragaron en las orillas del tiempo". Y más allá del Chile de Allende al que está dedicada la canción, miro a mi alrededor y constato que vamos bien, que perdemos muchas noches pero nunca la esperanza; y avanzamos, sumamos y convertimos cada vez más el estorbo en el zapato del poder, el estorbo que al querer quitársela la lo pondrá en la posición adecuada para darle una patada en el culo bien dada y buen viento y barca nueva.
Sumamos y tejemos redes difusas pero que saben añadirse unas a otras cuando se requiere y es necesario, a menudo o siempre. Quedan integristas de todos colores pero los ignoramos y seguimos adelante. Can Vies en Sants, el antifascismo en Valencia, la comunicación social, La Colomera en Tarragona, las cooperativas de consumo, los obreros despedidos de Seat, Frape o la lucha por los dos días en el bus de Barcelona, el internacionalismo solidario con Palestina o el pueblo mapuche. .. son historias de amor.
Y no me caben todas y eso es bueno. Tan bueno que sólo se puede entender por lo que somos, muchas, difusas y diversas, sin centro ni directores, sin nadie al frente que pueda ser comprado, sin concesiones a la angustia de no poder hacer nada, porque "ahora las noches han dejado de ser tristes y tus estrellas nacen de la oscuridad, el invierno ha vuelto a nuestras ventanas y con los puños cerrados hemos vuelto a cantar ".
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