Hay fenómenos reales con los que convivimos con toda normalidad y sin embargo no contamos con una definición bastante concreta con la que clarificar su comprensión. Uno de estos fenómenos reales es el tiempo. Sabemos que los relojes lo miden, sabemos que hay una flecha del tiempo que parece no fallar: el presente se dirige al futuro y el presente tiene tras de sí el pasado. Sabemos que es la cuarta dimensión y que está estrechamente vinculada con el espacio. Sabemos que, por ejemplo, la gravedad puede distorsionarlo. Sabemos cuando llegamos tarde. Y sabemos cuando sonará la alarma de nuestro despertador. Muchas cosas sabemos. Pero un cuidadoso concepto de este fenómeno real puede alterar nuestra sabiduría.
Hace unos doce años propuse, dentro de un ensayo filosófico, una definición del tiempo. Fuerza clara. Tiempo: sucesión de cambios. O matizando un poco más, tiempo: sucesiones de cambios. Y, acto seguido, se observa que no encaja con el concepto de tiempo de Einstein y no encaja con la simplificación de los relojes. Se trata de una propuesta con un enfoque más global, el cual plantea nuevos interrogantes.
No queda afianzada la dirección de las flechas del tiempo y, a la vez, apunta a una realidad a tener en cuenta: vivimos dentro de un entorno con más de cuatro dimensiones.
Más allá del análisis del tiempo y de la descripción de las nuevas dimensiones, hay un interrogante cosmológico que hay que identificar: ¿el tiempo se comporta igual en todo el Universo? En relación a este tipo de dudas hay que señalar, como anécdota, que cuando enviaron las dos naves Voyager en el espacio con el objetivo de salir de nuestro sistema solar para adentrarse hacia nuevas zonas, los científicos incluyeron información en las naves, de cara a un posible contacto con alienígenas, con simbología matemática. Con un supuesto: que las leyes matemáticas rigen en todas partes.
Pues quizás sí en el caso del tiempo se comporta también igual en todas partes pero, antes que nada, para no perder tiempo, tenemos que saber de qué hablamos cuando hablamos de tiempo.
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