Este sábado, se celebra al igual que todos los años en distintas fechas, el día de la Sobrecapacidad. Entendemos por sobre capacidad en general el Exceso de capacidad de algo…para soportar. En este caso nos referimos a la sobrecapacidad del planeta tierra. Si, es el día en que se llega al nivel de lo que se consume y que la orbe regenera en un año. Está relacionado con el dilapidación que hacemos y la biocapacidad de la tierra entendida esta como el “aforo” que tiene un planeta de abastecer recursos naturales útiles y absorber los desechos generados por los humanos. En otras palabras , la tierra regenera los recursos que nosotros consumimos, pero si el consumir no es de manera sostenible estamos antes el forzamiento de la capacidad del planeta de poder ser equilibrado entre lo que se consume y los que es capaz de producir. El futuro esta aprueba precisamente cuando ese equilibrio no es tal, en cada generación se pone ha prueba esa capacidad y de continuar así las próximas no tendrán manera de sobrevivir.
Los expertos indican que el día de la sobrecapacidad o día del exceso, se ha venido adelantando desde 1970. Ese año el día de la sobrecapacidad de la tierra fue el 23 de diciembre hasta por ejemplo el 1 de agosto del 2018, año en que sólo se necesitaron 7 meses para agotar los recursos que se produjeron hasta esa fecha. La variable mide el conjunto de todos los países, pero también se puede medir el de los países individuales. La mayoría consumen sus recursos por encima de su capacidad de regeneración. La data se obtiene a partir de la huella ecológica, entendida esta como indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos. De acuerdo a Global Footprint la Huella Ecológica mide la cantidad de tierra y agua biológicamente productivas que un individuo, una región, toda la humanidad, o determinada actividad humana requiere para producir los recursos que consume y absorber los desechos que genera. Afirman especialistas que “el balance de uno a uno se rompió a inicio de la década de 1970, y actualmente se necesita el equivalente a 1,7 planetas tierra para sostener la intensidad de apropiación anual.”
Al igual que muchas organizaciones preocupadas por esta realidad se afirma que podemos contribuir con el siguiente decálogo:
1. Considera si realmente necesitas lo que vas a comprar o si hay alternativas. Da la máxima vida a tus cosas.
2. Repara lo que se te estropee antes de tener que tirarlo.
3. Camina, pedalea, utiliza el transporte público.
4. Comparte el vehículo automotor.
5. Reduce residuos. Opta por envases grandes con pocos envoltorios. Cada uno de nosotros producimos cada año una cantidad de basura igual a 10 veces nuestro peso.
6. Reutiliza lo que puedas y reciclar.
7. Ahorra energía. Hay electrodomésticos y bombillas de bajo consumo que, además, duran más. Concretamente una bombilla de bajo consumo dura 10 veces más que una normal.
8. Evita dejar aparatos en stand-by o los cargadores enchufados, ya que siguen gastando energía. Un aparato en stand-by está consumiendo un 6,6% de electricidad.
9. Ahorra agua innecesaria. Un grifo goteando tira 50 litros de agua en una semana.
10. Se amigo de la naturaleza especialmente de los arboles.
Este 22 de agosto marcará lo que hemos consumido mas de lo que el planeta puede regenerar durante este golpead golpeado ya 202. No es para alegrarnos, pero si para tomar conciencia. No podemos bajar la guardia, es clave para el futuro de nuestros hijos y futuras descendencias, la desertificación del planeta crece a pasos agigantados y para quienes tenemos la dicha de vivir en una región verde hay que luchar por preservarle.
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