Como todos ya sabemos, el general del Aire Miguel Ángel Villarroya ha dimitido tras comunicárselo a la Ministra Margarita Robles, que le había pedido un informe urgente después de armarse el correspondiente escándalo por la vacunación del militar y de otros generales del ejército que, al parecer, se habían saltado alguno de los misteriosos protocolos de los que todo el mundo habla, pero que muy pocos conocen porque quien debiera haberlo explicado con la necesaria fluidez ha dejado que ocurrieran los hechos hasta llegar a la muy grave solución que ha finalizado con la dimisión irrevocable del General más prestigioso de este país y también con el cese por parte del Ministro del Interior Fernando Grande Marlaska del actual responsable de la Guardia Civil, que hacía de enlace con el JEMAD sin comunicárselo previamente a su colega Margarita Robles, demostrando con esta acción que las relaciones entre Defensa e Interior son muy vulnerables y por lo tanto, difícilmente explicables ante la opinión pública, sobre todo porque una frase ya se ha hecho feliz en las redes: ”Moncloa, tenemos un problema”.
Miguel Ángel Villarroya / @europapress
El que dos ex jueces estrella de este país muestren en público sus discrepancias, y que rumorología madrileño meta también en el mismo saco las discrepancias con el socio de Gobierno Pablo Iglesias -el eterno pepito grillo del populismo patrio-, hace que la gente sienta como propio el desgobierno que actúa como catalizador del mal ambiente social que padece el país que se multiplica exponencialmente cada vez que se conocen los nuevos datos que aporta el COVID 19, que ya causa verdaderos estragos. Hemos llegado a un punto en el miedo que la gente no comprende ni los ritmos a los que se está vacunando a la gente y la escasez de medios humanos y económicos que ralentizan una operación en la que todos teníamos puestas nuestras esperanzas, ya que del mundo científico llevamos meses sin tener noticias de las milagrosas medicinas que curen a nuestros enfermos hacinados en los hospitales. Al final, aquel dicho catalán de que “el negoci es el negoci” es el verdadero lema de los grandes laboratorios.
Desde luego, aquí en España, con tanto lío político que se extiende ahora, como hemos visto, a la cabeza Ejército y de la Guardia civil, no ganamos para sustos. Hay que hacer algo. Este martes le toca mover ficha al Presidente del Gobierno, que es quien tiene las prerrogativas y la oportunidad de hacer un giro de volante con la oportunidad que le presenta al remodelar su gabinete. ¿Serán Carolina Darías y Miquel Iceta los únicos cambios en el nuevo Consejo de Ministros? Por lo que me dicen, parece ser que sí, debido a las elecciones catalanas y la belicosidad de los podemitas. Por lo que pensamos algunos será una decisión claramente insuficiente porque en estos casos siempre hay que mirar hacia atrás y recordar lo que pensaban nuestros abuelos para estas situaciones y aquí el “pan para hoy, hambre para mañana” nunca ha tenido más vigencia.
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