Es muy común utilizar epítetos descalificativos contra el adversario político, cuando no nos gustan sus opiniones. El abreviativo “facha” es el más común. Lo utiliza tanto la izquierda oficial, la autodenominada izquierda radical independentista (BILDU; CUP) cómo la propia derecha catalana (PDCAT JXCAT ERC) y la vasca (PNV).
Es hora de que todos, incluidos los medios de comunicación, nos aclaremos y le pongamos un poco de rigor a nuestros adjetivos calificativos. Para ello nada mejor que ponernos de acuerdo sobre el significado de cada término.
El fascismo y el nazismo son dos conceptos políticos relativamente modernos, que nacieron y se desarrollaron en la primera mitad del siglo XX y que alcanzaron el poder político en Italia y Alemania, por medios democráticos –elecciones- para, inmediatamente después acabar con la democracia e iniciar una guerra mundial de carácter expansionista-imperialista.
Después de su derrota en la II Guerra Mundial, fascismo, nacismo y la extrema derecha, perdieron influencia como ideología política en toda la Unión Europea, con excepción de Portugal (1974); Grecia (1974); y España (1978), donde sus respectivos dictadores permanecieron en el poder hasta bien entrados los años 70.
Desde la caída del Muro de Berlín, los movimientos de extrema derecha han vuelto a cobrar auge en Europa. Algunos de sus partidos co-gobiernan en algunos estados europeos. Nadie duda de que algunos de esos partidos, de alcanzar mayores cuotas de poder en sus respectivos países, volverían a aprovecharse de las libertades democráticas, para acabar con la Democracia.
Por eso es importante que los sepamos ubicar bien, independientemente de cómo ellos mismos se autodefinan.
Si hemos coincidido en que ese es el posicionamiento de cada ideología sobre estas políticas; veamos en qué coinciden con cada uno de los siguientes partidos políticos, tomando como referencia sus propias declaraciones y sus hechos, durante los últimos 10 años:
Obsérvese la curiosa coincidencia entre partidos del escenario político español, que se detestan y atacan públicamente, en tanto que ultranacionalistas que se reafirman negando el ultranacionalismo del otro; mientras practican los mismos comportamientos políticos excluyentes hacia los demás y aplican, cuando gobiernan, las mismas políticas económicas neoliberales de recortes en los derechos sociales y económicos.
Visto lo cual no me dirán que no resulta grotesco por ignorante, la catalogación de “fachas” que unos utilizan como insulto, respecto a sus contrarios.
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