Una vez más asistiremos este #8M a las mal llamadas manifestaciones donde las batucadas, perreos y el ambiente de fiesta carnavalera borran al Feminismo y su Agenda Feminista. Agenda Feminista vindicativa de derechos democráticos todavía por conquistar o asentar en nuestras sociedades profundamente misóginas, unas, y sibilinamente machistas y sexistas, otras.
No hay un solo país en el mundo donde podamos decir que las mujeres estén en pie de Igualdad con los hombres. Las mujeres pueden ser lapidadas, encarceladas en burkas o señaladas con hiyabs y nicabs para demostrar públicamente que son propiedad privada de un hombre.
Las mujeres pueden ser traficadas para ser vendidas y compradas en cualquier país del mundo para satisfacer los deseos de dominación de los machos. Unas irán a prostíbulos, otras a falsas cooperativas de prostituidas, otras serán ofrecidas directamente por calles, carreteras o en servicio a domicilio. Muchas serán utilizadas para la pornografía que millones de adolescentes en el mundo mirarán para "aprender" qué es la sexualidad. Pornografía que servirá para perpetuar el negocio que se alimenta de hacer creer que las mujeres están para satisfacer deseos machistas y sexistas.
Las mujeres son publicitadas como úteros alquilables para satisfacer los deseos de parejas de toda clase y condición con poder adquisitivo para comprar a capricho bebés a la carta.
Las mujeres son mercancía de la que se obtiene una amplia gama de productos que satisfacen las perversas demandas de diferentes segmentos del mercado y producen grandes beneficios en distintos nichos de mercado. En cualquier buscador del mundo se encuentran a la venta sus distintas partes, incluida la leche materna.
Y todo ello sucede en nuestras sociedades. Estas sociedades a las que llamamos democráticas mientras se permite que haya misóginos y machistas que se pasean con camisetas donde se incita a matar mujeres.
Y todo ello sucede en un mundo donde el patriarcado ha encontrado una nueva arma para borrar a las mujeres y barrerlas del espacio público conquistado después de 300 años de luchas. Esta arma es la queerreligión que nos lleva a ver como en nuestras sociedades, autodenominadas democráticas, las instituciones permiten la mutilación de las chicas a las que se amputa los pechos bajo la sofisticada nomenclatura de mastectomía bilateral, al tiempo que se escandalizan, convenientemente, contra la ablación del clítoris.
El sistema patriarcal ha disfrazado con la queerreligión el machismo y los rancios estereotipos sexistas. Les ha dotado de una capa de modernidad que ha comprado toda la posmolerdez e indigencia intelectual que habita en las izquierdas. Y eso ha permitido a machistas y misóginos invadir los espacios seguros conquistados por la lucha feminista e inventar, simultáneamente, una neolengua que pretende borrar toda referencia a las mujeres desde en el ámbito jurídico hasta el científico. Hasta el punto de que hace unos meses las inglesas celebraron que habían ganado su demanda ante el borrado institucional de la palabra madre. ¡Suerte que este iba a ser el siglo de las mujeres!
Nuestro país ha evolucionado hacia esas sociedades sibilinamente machistas y sexistas donde mientras un presidente del gobierno se llena la boca con la palabra Feminismo consiente, al tiempo, a una ministra que desde el Ministerio de Igualdad está destrozando, queerreligión en mano, todas las conquistas democráticas de las mujeres. Todo porque nuestros derechos fueron el plato de lentejas con el que negoció su coalición de gobierno con un partido, PudimosYNoFuimos, cuya misoginia y machismo es pública y notoria cada vez que alguno de sus líderes, o lideresas siervas del patriarcado, abre la boca.
Las mujeres tenemos en este país un ministerio que va como pollo sin cabeza porque tiene que servir a la agenda machista del transgenerismo y para ello se parapeta detrás de influencers o de amnésicas de su pasado feminista. Y un partido, el PSOE, que considera que tiene que contentar antes a una parte de sus juventudes cuya mente ha sido impregnada de la queerreligión que, a lo largo de los últimos años, fue penetrando de forma insidiosa en escuelas e institutos, antes que a los miles de mujeres feministas que tiene en sus filas o que le han votado a lo largo de muchos años proporcionándole la posibilidad de gobernar.
Unos y otros no nos insultan más porque no pueden contratar más asesores trangeneristas que vendan el Feminismo como una bolsa de la compra, tamaño king size, donde todo cabe y debe ser denominado feminismo para practicar aquello tan antiguo del "divide y vencerás" que en la versión de la modernez posmolerda se ha transformado en el "multiplica y confundirás".
Pero, siento comunicaros que no os saldrá bien. No lo conseguiréis. Las mujeres feministas seguiremos luchando por la Democracia. Es decir, por un mundo donde no seamos mercancía.
Y en las elecciones nos encontraremos...
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