​El conseller Comín, toma al personal por tontos

Dicen que los fines de semana, en teoría, son para descansar o divertirse, depende de cada uno. Aunque no siempre es así, porque como dicen algunos "hoy puede ser un gran día, pero siempre habrá alguien dispuesto a estropearlo". Eso me ha sucedido este domingo de viento, frio y lluvia.

Estaba tranquilamente tomando un café y leyendo el diario, cuando de repente me encuentro de bruces con una entrevista a Toni Comín, el mandamás de la sanidad catalana, y ante las tonterías que decía no me he podido contener. El café que estaba saboreando plácidamente se ha vertido en el plato debido a la indignación que me ha invadido. Debe pensar Comín, el perseguido, que la gente es idiota y se traga todo lo que él dice.Explicar  que "los enfermos de urgencias que se encuentran en las camillas y llenan los pasillos de los hospitales responde a la decisión de la enfermera, que quiere tener al paciente a la vista" o "más de una vez, teniendo plaza en un box de urgencias, la enfermera decide dejar a un enfermo, sin familiar acompañante, en el pasillo", ¿no será que los boxes están llenos y no hay espacio? ¿Alguien cree que algún enfermo quiere estar en un pasillo? Es una situación degradante para los profesionales y humillante para el enfermo.

Ante la incredulidad de las afirmaciones del filósofo he hablado con algunas enfermeras que conozco y han puesto el grito en el cielo: "este tío es tonto del culo", "miente más que habla ", "no se lo vamos a dejar pasar". Estas son algunas de las frases -las más suaves- que han dirigido al ínclito filósofo, que como decía Hegel "La filosofía es el mundo al revés" y así se comprende la visión del conseller respecto a la sanidad catalana.

El que tenía un plan para mejorar y salvar la sanidad, no se le ocurre mejor idea que, durante las epidemias de gripe, los hospitales operarán menos. ¿Cómo bajara las listas de espera? Sus mentiras llegan hasta decir que "todas las plantas de un hospital donde hay una cama, un colchón y la tecnología básica para hospitalizar una persona, están abiertas". Afirmación que es desmentida por los profesionales sanitarios quienes explican que hay plantas cerradas en todos los hospitales. En estos momentos hacen faltan unas 1.200 camas… Se olvida el conseller que el ICS ha perdido con los recortes, 980 médicos y unas 1.500 enfermeras y que los salarios los han bajado un 25%. Decir lo contrario es engañarse así mismo, los profesionales saben perfectamente que es así.

Ahora se queja de la saturación de las urgencias y considera que un porcentaje importante de enfermos podrían ser atendidos en los centros de salud, pero se olvida que él dio la orden de cerrar esos centros, los fines de semana y que las urgencias fueran atendidas en los hospitales. ¿En qué quedamos, pues?

Es realmente curioso que ERC, la formación que acoge a Toni Comín y tiene la responsabilidad de la sanidad , mire para otro lado ante la mala gestión y las mentiras de un conseller que no tiene ni idea de sanidad y lo más grave, que no se deja aconsejar por quien sabe y tiene experiencia en la materia.

"Cuando el sabio señala la luna, el tonto se fija en el dedo". Eso es lo que le está pasado al ínclito Toni Comín.