¿De qué hablarán Sánchez y Torra, si la liturgia sigue siendo la misma?

Carmen P. Flores

Banderas 3


Los preámbulos de cualquier reunión son muy importantes para el resultado final de la misma. Hay que planificar los temas a tratar, el orden de éstos, la disponibilidad a ceder en un determinado momento, y hasta la flexibilidad de las cuestiones más escabrosas. Negociar no es imponer, es hablar, escuchar, y tener voluntad de resolver. Como dice Alejandro Hernández, “Una sola propuesta no es negociar, es simplemente comunicarle al otro una decisión. Y cuando se comunica una decisión no hay movimiento. El otro, la acepta o no.


La reunión de los presidentes español y catalán, Pedro Sánchez y Quim Torras, este lunes en la Moncloa, ha despertado un gran interés. Existen, sin embargo, grandes dudas sobre la posibilidad de consensuar acuerdos concretos, realistas, legales e inclusivos.


Hablar se pueda hablar de todo, no hay límites; otra cosa es imponer temas, marcar territorio y presentarlos como intocables. Cuando los partidos políticos están en la oposición, se les “tolera” que prometan lo imposible, otra cosa bien distinta es cuando ostentan el poder y justifican la inmoralidad de algunas de sus medidas.


Cuando se está en política, hay que ser ducho en negociar bien; tener la destreza y habilidad de saber hasta dónde se puede llegar en unas negociaciones. Para ello, la preparación del encuentro, ha de ser minuciosa y no dejar casi nada al azar. Es necesario analizar todos y cada uno de los pasos. Hay que preparar bien las negociaciones y definir cuáles van a ser los objetivos y el resultado final.


El temario de la reunión de Moncloa lo están “preparando la ministra Batet y la consellera Altardi; dos mujeres de talante político muy diferente, lo que no es malo, pero debe tenerse en cuenta. No obstante, ellas, al final, solo hacen de correa de transmisión.


Dicen los entendidos que lo importante de una reunión política es tener una actitud no confrontativa, tolerante y respetuosa. ¿Se está dando en estos días previos? La verdad es que no. Lo que se visualiza son gestos y decisiones provocativos que no ayudarán en nada al desarrollo de la reunión. Ningún negociador que quiera llegar a acuerdos, después de largos periodos de incomunicación, puede realizar acciones que no se ajustan a la legalidad y pretender que el que está enfrente se las trague con patatas fritas. Querer hacer política y no saber negociar, ni conocer los límites es el mejor camino para alcanzar el fracaso, ¿Sucederá algo parecido? No obstante la liturgia de los independentistas que gobiernan sigue siendo la misma; lo único que ha cambiado es el oficiante.


Habrá que esperar a que la reunión se produzca y dar un margen de confianza, pero las cosas no pintan nada bien. Ojalá me equivoque, me gustaría.

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