¡Quién da más! Esta es la frase que suelen decir los croupier de los casinos cuando empieza el juego. Estos tienen la función de controlar la apuesta de juego. ¿Barcelona es un casino? Puede parecerlo a tenor del número de candidatos que aspiran a hacerse con el premio de su alcaldía.
En lo que va de semana, Manuel Valls ya ha dicho públicamente que se presenta como candidato en una plataforma transversal. Ernest Maragall se lo está pensando, pero está cantado que aceptará la oferta para ser cabeza de lista de ERC. En su elección no han pesado su edad, sino su ilustre apellido de tan buen recuerdo para la ciudadanía. Los del PDeCat, o Junts per Catalunya, en principio, han elegido a Munté, que no tiene muy seguro ese número uno. Mascarell, como ha sucedido con Bosch de ERC, tiene todos los números de ganarle la partida. ¿Se conformará ella con ir de número dos? Este troque es lo que quiere el jefe Puigdemont. Este jueves, Marcarell presentaba públicamente el "partido".
Pero esto no termina ahí. También este mismo día ,una plataforma de "independientes", Barcelona com tu, que lidera el abogado especialista en accidentes de tráfico Daniel Vosseler, se ha presentando como la panacea del producto blanco para gobernar Barcelona. A esto hay que sumar los partidos o plataformas que en unos días van a hacer lo propio para no perder el protagonismo mediático que ya están teniendo los que han dado el paso adelante. Demasiados partidos para una carta muy atractiva como es Barcelona, con marca propia de prestigio en el mundo.
No hay duda, desde hace ya meses y hasta llegar a mayo, los juegos de los candidatos van a estar a la orden del día. ¿Servirá para dejar de lado el procés? Creo que no, es más, esta va a ser también una carta que van a utilizar unos y otros a lo largo de estos largos siete meses que quedan para llegar a las votaciones.
Unos tiempos que no van a estar exentos de intrigas y de filtraciones interesadas. Algunos juegan ya con las cartas marcadas. Otros, más nuevos en estos avatares, han de aprender a marchas forzadas los intríngulis del juego electoral. Muchos son novatos, van a jugar en desventaja.
Así que ¡Hagan juego señores, que la partida ya ha empezado! ¡Quien da más!
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