​Gilberto Freyre ocupa el tiempo

Gilberto Freyre es uno de los grandes nombres de la sociología del siglo XX, nació en el Brasil, en 1900, y falleció en 1987. Su libro más famoso es 'Casa-Grande & Senzala' (1933), pero no lo he leído; a ver cuándo lo hago.

Hoy podríamos hablar, si os parece, de 'Além do apenas moderno', esto es, ‘Más allá de lo moderno’; publicado en 1973, y que según su autor es un libro de sugestiones, "antes asistemático que sistemático". A mi entender, transmite una gran jovialidad, un buen sentido de anticipación, de responsabilidad e imaginación (sin esta última, insistía Julián Marías, no hay conocimiento de lo humano).

Freyre, autor también de 'O brasileiro entre os outros hispanos', abogaba por soluciones mixtas, por la interrelación de saberes, por la formación de ‘transespecialistas’, siempre provistos de “algún saber psicológico”. Veía un futuro orientado por el camino de las ‘metarrazas’, y entendía que el Brasil es un ejemplo a seguir por el mundo, con respecto a la mezcla de negros, mestizos y blancos, productor de "un tipo humanísimo, abierto, receptivo y no racialmente cerrado", una manera de "integrarse más y más en su espacio y de adaptarlo lo más posible y siempre metarracialmente a sus probables futuros".

Tenía claro que en culturas analfabéticas se hallan lecciones y sugestiones para "un ritmo más saludable de la vida civilizada". 

Y que por más cercado que esté de técnicas racionales, el hombre "necesita de lo irracional para su seguridad, su estabilidad y su creatividad", que no todo lo que no es racional en la vida humana está exactamente errado.

Hablando de la tiranía del reloj sobre la vida, señalaba que el genio de Marx previó la superación sociológica del trabajo por el ocio. Destacaba Gilberto Freyre la necesidad de saber qué hacer con los latifundios de tiempo desocupado que existen.

Hace medio siglo entreveía una trayectoria de futuro: "la substitución del mito de la universidad destinada sólo a la formación de jóvenes para el desempeño de papeles de adultos, por la realidad de una universidad abierta a los adultos de todas las edades –incluso, y hasta principalmente a las avanzadas- para la adquisición de conocimientos o saberes que influyan en su constante actualización en el tiempo".