Se ha publicado, este viernes en LA VANGUARDIA un artículo firmado por su especialista en Tribunales, Santiago Tarín, que el pasado 8 de noviembre, el exgerente de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), Joan Pinyol, compareció ante la Fiscalía Anticorrupción y declaró que mantuvo contactos con Germà Gordó en torno a la licitación de la ATLL, mientras este era secretario de la Generalitat en 2012.
Ha tardado 6 años en acudir a Anticorrupción, Pinyol, para afirmar que el ex Consejero de la Generalitat, Gordó, hizo una afirmación de parte mientras tenía lugar el mencionado concurso de la ATLL, algo que resulta “curioso” si se repasa la trayectoria del protagonista de la noticia.
Joan Pinyol es a quién se le atribuye la autoría del redactado del pliego de condiciones del concurso por el que se privatizó la ATLL y que finalmente cayó en manos de Acciona y desató la denominada “guerra del agua” en los Tribunales, que han acabado dando la razón a AGBAR.
El número dos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), durante el concurso de la ATLL, Pinyol, pasó después al INCASOL antes de incorporarse al departamento de Medio Ambiente del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) como director.
Es curioso que quién estuvo en el epicentro de la privatización de la ATLL posteriormente, al incorporarse a la AMB ,le parezca bien que la AMB, junto al Consorcio Besós Tordera y la Federación de Municipios de Catalunya (FMC), interponga un recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo de la propia ACA que decidió incrementar la tarifa del agua en alta suministrada por la ATLL que gestionaba en aquellos momentos ACCIONA. Es reseñable tal cosa, porque la AMB estaba representada en el Consell de la ATLL que tomó esa decisión por Eloi Badia Vicepresidente de la AMB del Área de Medio Ambiente y el propio Joan Pinyol. Eloia Badia al ser preguntado en su día por Catalunyapress por la posición de Joan Pinyol, y si no resultaba contradictorio que uno de los autores del concurso se manifestara en contra de la postura del ACA, contestó que “Pinyol estaba de acuerdo con la decisión que se ha tomado y no creo que sea contradictorio porque una cosa no tiene que ver con la otra”.
Cabe recordar ahora que ya entonces resultó toda una sorpresa para los partidos de la oposición el nombramiento de Joan Pinyol en la AMB, porque nadie entendió cómo la alcaldesa, Ada Colau y Eloi Badia lo habían “fichado” habiendo participado desde la ACA en la privatización y adjudicación de la ATLL a ACCIONA.
Fuentes del sector del agua vinieron advirtiendo, desde el principio, que ciertas cláusulas del pliego de condiciones del concurso de privatización del agua caían en muchas contradicciones, pese haber sido redactadas mientras era gerente, Joan Pinyol, ahora en la AMB, llegando a suponer que presuntamente fueron “hechas a medida".
Gracias a dichas cláusulas el ACA pudo aprobar, con 10 votos a favor y 7 en contra, una nueva tarifa de la red de abastecimiento en alta de la ATLL para el año 2018 que supuso una subida del 11,88% del canon, para “ajustar la retribución financiera a los actuales tipos del mercado” que en ese momento estaban fijados en un altísimo 21%.
Joan Pinyol, para no recibir los reproches de los miembros del Consell de la Xarxa de la ATLL, que se mostraron en contra de las medidas de subida propuestas, parece ser que no asistió a la misma. En una clara actitud de que la cosa sí tenía que ver con él pero él desaparecía del mapa. Una respuesta de huida ante los problemas, tan primitiva en el ser humano.
Es interesante recordar que la relación de Joan Pinyol y Eloi Badía se remonta a la época en que Pinyol era gerente del ACA, y ya entonces se sabía, que estaba próximo a la órbita del sector negocios de la antigua CDC .
Fue en su etapa como consultor “free lance” que inició su contacto con CDC de la mano del entonces alcalde de la Ametlla del Vallès, Albert Palay, como consultor de este consistorio barcelonés y muy cercano a él. Palay posteriormente apareció en el sumario del Caso Palau por presuntamente cobrar un sueldo mensual por recalificar unos terrenos de Félix Millet, “Els avellaners de can Plandolit”. Mediante esta recalificación urbanística se pretendía la construcción de 55 chalets . Millet durante la instrucción del caso Palau llegó a reconocer que había financiado la campaña para la reelección de Palay en 2003.
Posteriormente Pinyol recaló en el Ayuntamiento de Cervelló como interventor siendo alcalde el convergente Josep Lluis Morant (CiU). Pinyol se salvó por los pelos de otro escándalo urbanístico también de recalificación y reparcelación de unos terrenos que benefició a los propietarios de la empresa Firmes y Hormigones SA. Pinyol se desvinculó de esta operación urbanística porque se aprobó por silencio administrativo y con la oposición del Pleno dos años antes de que él llegara a Cervelló. Pero Pinyol no llegó solo a Cervelló porque lo hizo en compañía del arquitecto, Manuel Somoza, considerada persona de confianza de la órbita de CDC y que está imputado en el caso Mercurio, que afecta al ex alcalde de Sabadell, Manuel Bustos.
De ahí fue fichado por el Grupo Agbar Sorea para su delegación en Sant Cugat del Vallès donde conoce al entonces alcalde de CDC, Lluis Recoder, y trama amistad con otro gran ejecutivo del grupo Leonard Carcolé.
Al mismo tiempo en que Joan Pinyol es gerente del ACA, Lluis Recorder se convierte en Consejero de Territorio del primer gobierno de Artur Mas y nombra a su vez a Leonard Carcolé como director general de la ATLL. Es en esta etapa donde el ACA, ha de asumir unas pérdidas de 1.400 millones de euros, donde también conoce a Eloi Badia. Pinyol, Recorder y Carcolé participaron activamente en la privatización de al ATLL cuyo único objetivo era conseguir recursos económicos que enjuagaran la millonaria deuda del ACA. La primera víctima de la “guerra del agua” fue Recoder que ya no repitió en el cargo y Carcolé dimitió poco después.
Tras salir del ACA, Pinyol salvó los muebles al ser contratado en el Incasól por su entonces director Damià Calvet, quién fuera secretario de Territorio y Mobilidad con Recorder como “conseller”. Calvet compaginaba estas responsabilidades con la de Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès, que tenía como alcaldesa a Mercè Conesa, sucesora de Recorder.
Como pueden entender nuestros lectores, todo se entrelaza y teje en una tela de araña de relaciones, que como poco, hace dudar sobre las intenciones de Joan Pinyol en sus declaraciones ante la Fiscalía Anticorrupción. Del Incasol fue llamado por Barcelona en Comú como soldado en la batalla por la “municipalización del agua”, él que antes estuvo en el “bando de la privatización”.
Pinyol es pues un consumado actor político cuya especialidad es enmascararse de lo que haga falta con tal de beneficiarse profesionalmente de esa transmutación. Se supone que a la Fiscalía Anticorrupción no se le ha escapado ese “pequeño detalle” y se ha preguntado algo tan sencillo como en la política y los negocios ¿vale todo?
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