Vds. perdonen por la ausencia, pero Isidoro, mi menda, ha vuelto…
Milagrosamente recuperado de mis achaques, he vuelto de mi exilio en Parga, al que me condujo el último saqueo que le propiné a la despensa de mi baranda gallego, del cual casi no me recupero, ya que mi entrada a saco en las exquisiteces que allí había guardadas, me condujeron a un estado catatónico, del cual me desperté en una sala húmeda y fría de un Pazo al que se me condujo contra mi voluntad y en el que he permanecido durante todo este tiempo, según me ha dicho mi amo --¡mal rayo lo parta!-- para que me recuperara. Pero --¡por fin!-- ya he vuelto, para lucir mi anterior figura y de paso contarles a todas mis admiradoras aquellas cosas que nadie se atreve a decir.
Y para reiniciar mis andanzas, en estos días de frío, luces navideñas, y alguna sombra… he decidido darme una vuelta por Terrassa donde las aguas andan revueltas. Voy allí porque mi amiga la Coletas me ha dicho que hay mucha “tela” que cortar y también porque hace mucho tiempo que no corto nada. Terrassa es hoy una ciudad donde hay un alcalde que no me gusta ni un pelo, por las notícias que me llegan de mis colegas de allí mismo, noticias que me hablan de la personalidad de quien es ahora el alcalde, Jordi Ballart --yo me quedé en Pere Navarro antes de irme--,al que me pintan como un chico joven, sin novia, pero con algo más que amigos de juventud, alguno de los cuales, se lo ha traído cerca de él para que "también mande mucho" en el ayuntamiento y le acompañe en la soledad del puesto de mando.
Mis fuentes gatunas me explican además que es un dirigente "mu rarito", desconfiado y sobre todo, un erudito en aquello que explicaba tan bien Adolfo Suarez “puedo prometer y prometo”, que no cumple ni que le metan la cabeza debajo del agua … O sea: Dice una cosa y hace la contraria. Si no me creen, se lo preguntan a los militantes locales del PSC, partido al que pertenece, a los que con todo el follón de la titularidad del agua, el muy demócrata y transparente Ballart, en una asamblea de su agrupación, con bastante concurrencia, prometió que era un tema tan importante que haría una nueva asamblea monográfica sobre el agua, asamblea que nuca llegó a celebrarse.... ni se celebrará.
Es, me dicen, el "estilo Ballart", sambenito que ya ha hecho fortuna en la ciudad y del que ya podemos disfrutar todos en sus numerosas promesas incumplidas. ¿Otro ejemplo sobre el mismo tema? La famosa promesa personal de llevar a cabo una consulta entre toda la ciudadanía de Tarrassa sobre tan controvertido tema. Ni Vds. la han visto, ni tampoco la verán, porque sencillamente se ha metido en un jardín del que no sabe cómo salir.
Eso sí, para estas cosas Don Jordi tiene un estilo inconfundible: Desaparecer...ponerse malito. Sí, como lo oyen. Me explican mis colegas egarenses que al alcalde le llaman ya más de un funcionario " el enfermo imaginario. "Le malade imaginaire", que diría Moliere.
Muchas mañanas no aparece por el ayuntamiento porque está oficiosamente enfermo. Enfermedad que tiene unos síntomas extraños, puesto que éstos se manifiestan solo cuando en la mesa de alcaldía se acumulan temas importantes que pueden generar tensión y que se esfuman como por ensalmo cuando se arreglan sin que Ballart haya dado la cara ante los partidos que le dan soporte y que pretenden apretarle Pero, son tantas las indisposiciones del alcalde, que más de uno tiene la mosca tras la oreja y ya nadie se lo cree, por mucho populismo barato que practique.
Como ya me he instalado en Tarrassa por una temporada, ya les iré contando las andanzas de Jorgito Ballart, un junior al que su papá consiguió llevar a la alcaldía con la ayuda de Pere Navarro, llevándose él la pedrea de que le hicieran funcionario del Ayuntamiento, puesto en el que se jubiló confortablemente a costa de todos sus conciudadanos. Curiosamente, ahora mismo Ballart padre y Ballart hijo apenas se hablan, porque "el niño" cree que eso le perjudica en su actual carrera. ¡Ay, si las paredes de algunos garitos hablaran!
Quédense con la copla: Isidoro ha vuelto. Ya nada será igual que antes, porque mientras existan personajes como este lindo Ballart, habrá muchas historias que contar.
Miauuuuuuuuuu......!
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